Las Hormigas culonas ahora se consiguen empacadas y con sabores a limón.Esta idea fue de Fabián Ricardo Hernández, de 29 años, estudiante de mercadeo y publicidad, y de Freddy Toscano, veterinario, de 38.
Un manjar, para algunos, y un alimento exótico, para otros, se constituyen las famosas hormigas culonas de Santander que ahora, y aunque parezca una fábula, se consiguen en el mercado empacadas en cajas como las uvas pasas y con sabores a limón y BBQ (picante).
La creatividad de Fabián Ricardo Hernández, estudiante de mercadeo y publicidad de 29 años, y Freddy Toscano, veterinario de 38, 'volo' para llegar al producto en el que se empacan a las hormigas reinas que con su voluminoso abdomen salen de sus nidos dos veces al año para procrearse en un 'vuelo nupcial'.
La idea le surgió inicialmente a Fabián cuando en una noche de abril del 2008 departía con varios compañeros de su carrera en un café donde hablaban sobre un trabajo de la universidad.
"Para una materia debíamos presentar una idea de empresa novedosa. Cuando un amigo pidió papas fritas y crispetas para combinar con la cerveza se me vino a la mente la idea de vender hormigas culonas en empaques confiables que garantizaran la calidad y limpieza del producto", dijo el estudiante.
Tras consultar con varios tecnólogos de alimentos Fabián vio en su idea una potencial empresa de comida exótica y se unió con su amigo Fredy Toscano, un veterinario 'gomoso' con las hormigas culonas.
Después de varios análisis la pareja decidió usar el polietileno para fabricar las bolsas donde se guardan a las hormigas tostadas. El plástico es elaborado del mismo material con el que se cubren a las chocolatinas y chocolates de marcas reconocidas y que no permite la entrada de ácaros, bacterias y humedad.
"Las hormigas siempre se han vendido de manera artesanal en bolsas de plástico común y recipientes de pasta donde se endurecen y adquieren mal sabor. Hace 25 años nadie pensaba en vender agua embotellada de calidad y miren hoy el negocio en que se convirtió", precisó Freddy, el otro socio de la empresa que llamaron 'Manjar Santandereano'.
Cajas y saboresPero para darle otros toques diferentes a su producto los nuevos empresarios hicieron cajitas en propacolte laminado en su parte exterior, pues en el interior no lleva ningún químico para no alterar el sabor natural de las hormigas.
Para que el producto se vea más auténtico y regional la caja lleva el dibujo de una hormiga culona cubierto con el tradicional vestido de las campesinas santandereanas, con sombrero y cotizas. Las cajas vienen en presentaciones de 20, 125 y 500 gramos.
Para aplicarle los sabores de limón y BBQ los socios se asesoraron de la ingeniera química Sonia Lucía Rueda que les recomendó los saborizantes naturales que en polvo produce una reconocida empresa antioqueña.
"Los saborizantes son ciento por ciento naturales y no tienen químicos. Se adaptaron muy bien a la contextura de la hormiga y en verdad el sabor es muy agradable", precisó la profesional egresada de la Universidad Industrial de Santander (UIS).
Buscan permiso para exportar.
Ibeth Juliana Niño, sub directora de Turismo del Instituto Municipal de Cultura de Bucaramanga, indicó que el trabajo de 'Manjar Santandereano' se está mostrando en encuentros oficiales, foros y ferias para que visitantes conozcan a las hormigas en sus nuevas presentaciones.
La Rueda de Negocios que se realizará en el 2010 en Bucaramanga será el próximo evento en el que el insecto empacado, que también se vende en su sabor natural, será una de las atracciones.
Por ahora, Fabián y Freddy trabajan en nuevos sabores de queso y chocolate y apartaron para el próximo año, con campesinos de Charalá, San Gil y Valle de San José (Santander), 1.000 libras de las hormigas que necesitan para cumplir con los pedidos que ya tienen de Cali, Medellín, Bogotá y la capital santandereana.
"Ya comenzamos a tramitar con el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) el registro sanitario para exportar el producto a países como España de donde ya nos han hecho pedidos", dijeron los socios.
Historia y preparaciónLas hormigas culonas fueron conocidas por los soldados españoles que en la época de la Conquista descubrieron que los indígenas guanes, en Santander, las tostaban con el calor de las piedras en las fogatas y eran ofrecidas a las mujeres en una especie de ceremonia nupcial.
Tras ser capturadas, las hormigas son tostadas en vasijas de barro, saladas y empacadas para venderlas en paquetes que van de los 2.000 a los 100.000 pesos. A la hormiga se la retiran lo picos, patas y alas, pero algunas personas prefieren tan solo comerse su prominente abdomen.
Muchas personas han llevado las hormigas a los Estados Unidos, México y Alemania, donde son consideradas un verdadero manjar. De su explotación comercial viven en Santander unas 3.000 familias.
Investigaciones sobre el insecto realizadas en la Universidad Industrial de Santander muestran que tiene altos niveles de proteínas y muy bajos niveles de grasas saturadas.