«Las abejas se han instalado como en su casa», dijó el jefe del Parque de Bomberos de Toledo.
A las abejas les atrae la cultura. Es la conclusión que podría extraerse de la invasión de miles de ellas que están sufriendo dos de los museos más visitados de Toledo: la sinagoga del Museo Sefardí y el edificio renacentista del Museo de Santa Cruz.
La situación ha llegado a tal extremo que los bomberos del Parque de Toledo, ayudados por un apicultor y por bomberos del Consorcio Provincial - con más experiencia en la retirada de enjambres-, han tenido que sugerir el cierre cautelar de estos museos ante el peligro de que las abejas picaran a algún turista.
Unos insectos muy cultos
«Las abejas se han instalado como en su casa», explicó este jueves Isabelo Sánchez, jefe del Parque de Bomberos de Toledo. En el caso del Museo Sefardí, ellas han invadido toda la cubierta y la dirección no ha tenido más remedio que solicitar permiso a las autoridades medioambientales para matarlas, pues «resulta imposible acceder a las cubiertas para retirar el panal» a pesar de que son animales protegidos.
En cuanto al Museo de Santa Cruz, los animalitos instalados en la fachada principal tendrán mejor suerte: «Usamos cajas con cera y un olor especial para atraerlas y llevárnoslas», aclaró el jefe del Parque de Bomberos de Toledo.
Sin embargo, el problema podría volver a aparecer en el futuro porque las abejas se encuentran por todas las partes interiores de la fachada y «la reina permanecerá en el interior con toda seguridad y si no sale es imposible que se vayan».
«No es habitual que haya tantos enjambres de abejas. Estamos teniendo muchos avisos y puede que sea por las condiciones meteorológicas que hemos tenido», añadió el jefe del Parque de Bomberos de Toledo, que ha sido testigo de cómo algunos de sus compañeros han sufrido las picaduras de las abejas «okupas» de museos.
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